Parece que en Navidad todo se
para. Nos olvidamos de todas nuestras rutinas; trabajo, alimentación,
entrenamiento…, y las cambiamos por abundantes comidas con largas sobremesas.
Inevitablemente, ese cambio de
vida que dura unos pocos días afecta a nuestro cuerpo. Ese exceso de calorías
se suele traducir el 7 de enero, en 0,5 kg más de media. Tampoco es algo
excesivo pero si estamos preparándonos para correr una larga distancia debemos
controlarlo para que no nos pase factura.
Estos son algunos consejos a tener
en cuenta:
- Correr
durante más tiempo no quema todas las calorías ingeridas.
- Debemos
hacer todas las comidas. En muchas ocasiones solemos saltarnos una comida
porque la anterior ha sido demasiado copiosa. Es un error. Aunque sólo sea una
pieza de fruta debemos realizar todas las comidas.
- Andar,
un ejercicio fácil. Siempre que puedas, evita el coche o el ascensor.
- Comer
con tranquilidad.
- No
dejes de entrenar.
- Bebe
agua. Además de hidratar, el agua tiene un poder saciante así que si tomas un
vaso antes de las comidas te ayudará a ingerir menos cantidad de alimentos.
- Cuidado
con el alcohol. En la medida de lo posible prescinde del alcohol y si tienes
que elegir, apuesta por el vino tinto. Una copa de tinto sólo tiene 23 calorías
y además cuenta con propiedades cardiovasculares beneficiosas.
- Omega-3,
la grasa aliada. Las grasas más sanas provienen principalmente de los pescados
como el atún, emperador, salmón, caballa o sardinas.
- Frutos
secos con cáscara en vez de turrones. Los frutos secos tan tradicionales estas
fechas son ricos en fibra y grasas vegetales, ayudan a reducir el apetito y
contienen minerales que intervienen en el metabolismo de la glucosa.
- Si
puedes elegir: sopa de primero. Las sopas de vegetales con pollo, o los purés
de verduras, aportan pocas calorías y tienen efecto saciantes.
Aún siguiendo estos consejos, no
te aseguramos que puedas controlar el peso pero la vuelta a la rutina será
mucho más fácil.