El sudor, los lavados frecuentes, el sol o el viento son algunos de los factores que pueden provocar la caída del pelo tras los entrenamientos.
Lo más recomendable cuando se hace deporte, tanto en el exterior como en el interior, es llevar el pelo recogido, y no sólo por comodidad, sobre todo en el caso de las personas con pelo largo, sino principalmente por proteger el cabello. El recogido más aconsejable es la coleta, siempre que sea posible, pero que no sea excesivamente tirante, ya que podría dañar el cuero cabelludo y además cortarlo. Es recomendable, además, aprovechar cuando se descansa para soltar un poco la melena y sacudirla. El sudor se evaporará y el corredor se sentirá más cómodo cuando vuelva a recogerlo para continuar con el ejercicio.
Respecto a los lavados, no es aconsejable hacerlos a diario. Aún con todo, se pueden hacer siempre que el champú sea suave y adecuado para tu tipo de pelo. Dicho esto, hay cabellos que aguantan más tiempo limpios que otros, incluso con sesiones deportivas de por medio.
Se aconseja, en el caso de la ducha, no utilizar agua muy caliente, aunque para muchos sea una tentación muy sugerente tras una sesión de ejercicio. Las altas temperaturas al final causan deshidratación en la fibra capilar. Lo más recomendable es que la ducha sea templada y con la cantidad exacta de champú y acondicionador, es decir, sin abusar. Por el contrario no es aconsejable utilizar a diario el secador, por ello, en caso de lavar el pelo con mucha frecuencia es importante que en alguna ocasión se seque al aire.
En el caso de los corredores que se ejercitan al aire libre, es aconsejable utilizar gorras o sombreros para proteger el cabello de los rayos solares. En este sentido hay que saber elegir materiales ligeros y que transpiren, porque el exceso de sudor en la cabeza tapada y el aire sin circular al final va a provocar picor de cabeza.
Muchos runners con frecuencia cambian en verano los programas de entrenamiento por actividades acuáticas. Aunque las ventajas de este deporte son infinitas, también presenta algunos inconvenientes. Uno de ellos, precisamente, guarda relación con los gorros de látex, que son incomodísimos de poner y quitar, y además rompen el cabello. Por ello es recomendable ponerse un poco de aceite antes de ponerte el gorro para que así entre mejor.
También existe la opción de utilizar los gorros de tejido, que además son más indicados para melenas largas. Cuando se finalice la sesión, es indispensable lavar el cabello para quitar el cloro o la sal, que en ambos casos debilitan las fibras capilares.