Los dolores digestivos son uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchos runners, lo que les supone un serio inconveniente en muchas competiciones. A continuación analizamos los motivos y planteamos una serie de medidas para evitarlos.
Normalmente, los problemas digestivos surgen con la aparición del peristaltismo, también llamado motilidad gastrointestinal. Se trata de un conjunto de movimientos de contracción del tubo digestivo que permite el avance de los productos de la digestión y tiene lugar porque al hacer ejercicio aumenta el movimiento del tracto gastrointestinal, lo que aumenta, a su vez, la motilidad gástrica superior. Esto se traslada al tracto gastrointestinal inferior, ocasionando nuestra necesidad fisiológica.
Por otra parte, aunque en este sentido, correr largas distancias afecta a la circulación hacia el intestino, haciendo que el flujo sanguíneo visceral disminuya. Esto significa que se dirige menos sangre hacia el tracto gastrointestinal, de manera que se suministra más sangre a otras partes del cuerpo generando dificultades a nivel digestivo.
No son los únicos motivos, también los nervios el día antes de una carrera pueden ocasionar problemas digestivos.
No existe una estrategia infalible para evitar tener dolores de estómago durante el entrenamiento, pero hay maneras de reducir las posibilidades de que surjan estos dolores. Para ello se recomienda beber un extra de ocho vasos de agua al día y tomar un suplemento de fibra. El día de la carrera, del mismo modo, se aconseja comer alimentos que sienten bien y desayunar dos horas antes de la carrera, facilitando así la digestión.