Expertos oftalmólogos han determinado que las personas que se ejercitan al aire libre están más expuestas a tener problemas en la vista, y es que salir correr, sobre todo en verano, puede generar una serie de males irreparables en los ojos.

La principal causa de estos problemas es la falta de protección adecuada en la vista mientras se hace deporte. Durante el verano aumenta el riesgo de sufrir daños oculares ya que la visión es uno de los órganos más delicados.

El tipo de lesión que puede sufrir un corredor se puede deber a diversas causas, principalmente a la incidencia solar, que dependerá, a su vez, de factores como la estación del año, que determinará que el sol esté en una posición u otra, la reflexión lumínica del entorno o la exposición continuada a los rayos ultravioleta (UV).

La radiación ultravioleta más dañina es la de tipo B, y es que la exposición a esta radiación puede provocar fotoqueratitis, es decir, una inflamación en la córnea, así como degeneraciones o engrosamientos de la conjuntiva y lesiones en la retina del corredor.

Beneficios de las lentillas

Uno de los consejos más habituales que ofrecen los oftalmólogos para evitar posibles daños es el uso de lentillas en lugar de gafas. Y es que, aunque las gafas de sol son la protección solar más extendida entre la gente de a pie, no siempre son adecuadas para todos los deportes en lo que se refiere a comodidad y seguridad, ya que suponen un obstáculo físico que puede incluso ser causa de heridas y contusiones.

Por el contrario, las lentillas filtran la fracción más dañina de la luz ultravioleta y son suficientes para proteger la retina y la córnea del corredor. El principal inconveniente es que no protegen la zona externa del ojo como de hecho sucede con las gafas de sol.