La semana
previa al maratón es el momento de empezar a reducir kilómetros en los
entrenamientos. Por ello, es recomendable que no corras distancias superiores a
los 8 o
Si la carrera se celebra en domingo, lo mejor es entrenarse el martes o el miércoles, descansar el jueves y el viernes, y realizar un trote muy ligero y corto el sábado, y enfocar el entrenamiento, principalmente, a prepararte mentalmente.
El trabajo ya está hecho, por lo que las semanas previas a la prueba lo que se aconseja es descansar.
Alimentación
En la preparación es importante llevar una dieta adecuada. La semanas anteriores a la prueba es cuando hay que realizar una buena carga de hidratos de carbono, de alrededor del 60% de nuestras calorías, en forma de cereales y pasta o arroz integrales y fruta. El día de la carrera se recomienda levantarse temprano para desayunar, al menos dos horas antes, y asegurar una buena digestión.
Junto a la alimentación es imprescindible vigilar la hidratación los días previos a la prueba, poniendo especial atención a la tarde-noche anterior a la carrera, cuando hay que hidratarse de forma abundante, y la mañana de la carrera, cuando hay que ir bebiendo pequeños sorbos de agua.
La importancia del descanso
Aunque parece una obviedad, lo cierto es que muchos participantes en maratones lo olvidan. Es imprescindible dormir los días antes de la prueba. El corredor debe ser lo suficientemente fuerte para canalizar sus nervios y poder descansar los días anteriores del maratón.