En las carreras de larga distancia la mente juega un papel decisivo. 

Quizás si el corredor ya tiene un plan de entrenamiento preparado y es consciente de la carrera que va a afrontar, no le resultará complicado controlar este tipo de sensaciones. Por lo contrario, si el participante cuenta cada kilómetro que le falta por terminar las técnicas que presentamos a continuación le pueden ser de utilidad.

En primer lugar, es recomendable dividir la carrera en diferentes tramos, es decir, que cada tramo de 10 kilómetros suponga una carrera con una meta de tiempo. Otra forma de abordar una carrera de larga distancia consiste en distraerse pensando en qué hacer en los próximos 5 kilómetros o en la próxima media hora de carrera.

Otro de los grandes consejos es pensar en acelerar. En cada uno de los tramos anteriores el corredor tiene que pensar que los últimos 4 kilómetros los correrá con un ritmo más acelerado. De esta manera no pensará que le quedan 10 kilómetros para terminar ese tramo, sino que te quedan 6 para acelerar.

Autoconfianza

Pensar en millas, y no en metros o kilómetros, también es un recurso que ayuda enormemente. De esta forma se engaña a la mente reduciendo la distancia, de manera que una media maratón serán 13’1 millas y una maratón, 26’2 millas. Ayuda, también tomar una referencia. Normalmente en las carreras siempre hay corredores con indicadores de tiempo, será una forma de averiguar si se está siguiendo el ritmo previsto.

El participante tiene que disfrutar de la carrera cuando le inunden los pensamientos negativos por la fatiga mental y psíquica. En lugar de pensar en dolor, debe centrarse en su técnica de carrera, experimenta mentalmente esa sensación de orgullo y de alivio que notará una vez termine y cruce la meta.

Es importante también conocerse a uno mismo, sabiendo los puntos fuertes, y sobre todo, los puntos más débiles. El autoconocimiento puede llegar a ser la clave para poder conseguir con éxito cualquier desafío.

Los pensamientos positivos y la autoconfianza es imprescindible para terminar una carrera con éxito. En el momento de la carrera el participante ya ha hecho los deberes, así que cuando esté corriendo no debe pensar en otra cosa que en dar lo mejor de él.