Cada día crece el número de organizaciones, instituciones y asociaciones que apuestan por el deporte en familia, una práctica en auge como alternativa de ocio.
Según el Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, la práctica habitual de deporte es una de las mejores medicinas que existen abarcando un amplio abanico de beneficios tanto físicos como psíquicos. Su aportación para la salud y bienestar de toda la familia están claros, pero además sirve para enriquecer las relaciones entre los miembros de la misma de una manera lúdica y divertida.
La práctica de deporte con los hijos influye positivamente en el desarrollo personal de los hijos y les ayuda a conseguir hábitos saludables. Podemos iniciar a los hijos desde pequeños pues existen coches de bebés especiales para correr, y cuando vayan adquiriendo autonomía podrán empezar a correr distancias cortas y así desarrollar el hábito de entrenar y hacer ejercicio.
Tal y como afirmó Emilio Hernández, de la Universitat de Valencia en su ponencia celebrada en el transcurso del II Congreso del Deporte en Edad Escolar, para que la experiencia sea lo más grata posible es necesario que la actividad se adapte a todos los miembros de la familia, de tal forma que todos puedan disfrutar y sea motivo de satisfacción personal, sobre todo en los comienzos para tratar de motivar a todos los miembros.
Herramienta clave
El deporte es una herramienta clave en la educación de los hijos porque transmite valores: el esfuerzo, el afán de superación, la capacidad de reponerse, el compañerismo, la constancia, entre otros. En definitiva, la práctica del deporte en familia fomenta valores y crear equipo.
Practicar running u otra disciplina en familia ayuda a la unidad de la misma, y al equilibrio físico y emocional. La familia que practica deporte unida se conoce mejor, aprende a comunicarse y se estrechan los vínculos afectivos.
Sin embargo, no solo aporta beneficios a los hijos o a la unidad familiar en general, sino que los progenitores también gozan de una serie de ventajas. En este sentido, cabe destacar que los padres pueden conocer mejor a sus hijos, descubrir sus motivaciones, su capacidad de reponerse a la frustración y su constancia y afán de superación para lograr una meta propuesta. Padres e hijos pueden crecer juntos en el en la práctica del deporte. Lo mejor es participar e involucrarse con los hijos en un deporte, motivándolos, pero sin presionarles, para evitar que terminen abandonando la actividad.
Así el deporte en familia es una cantera de valores como la tolerancia, la solidaridad, la honestidad, la paciencia, Todo se refleja en nuestro comportamiento social. Y es que la familia es un equipo que comparte metas e ilusiones. Donde debemos ayudarnos unos a otrosa crecer. La familia que corre unida, permanece unida.