En España cambiamos de hora nuestros relojes dos veces al año, en otoño la atrasamos 1h y en primavera ganamos una hora al día. Hasta aquí todo correcto. Los españoles llevan años realizando este gesto del que pensamos que únicamente guarda una consecuencia directa: el ahorro energético. Pues bien, muchos especialistas médicos aseguran que sus consecuencias van más allá llegando a no ser positivas para la salud, ya que el cambio de horario hace que nuestro reloj biológico se altere.

La Entidad Pública Empresarial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (IDAE) estima que el ahorro en iluminación en los hogares es del 5% gracias a esta medida. Sin embargo, por esta diferencia horaria se pueden producir cambios en el estado de ánimo y en el humor: es habitual que las personas que más se ven afectadas por el cambio horario sientan una mayor irritabilidad. Problemas de sueño: es evidente que tras un cambio de hora se produce una alteración del sueño. ¿El resultado? Descansamos peor y menos tiempo, lo que influye en nuestro estado de ánimo. Peor rendimiento físico: es común sentir cierta fatiga general, sintiéndonos más cansados. Además, la sensación de fatiga general se traduce en una mayor dificultad para la concentración intelectual.

El próximo cambio de hora lo viviremos el 26 de marzo de 2017, cuando a las 02:00 am serán las 03:00 am. Se trata, de un cambio regulado en la Unión Europea por la Directiva 2000/84/CE y el Real Decreto 236/2002 en España. Una normativa que afecta y mucho en nuestra vida diaria, especialmente los días posteriores al cambio de hora en nuestros relojes. Podemos llegar a convivir con la nueva hora siguiendo una serie de pautas:

a) Dieta equilibrada: Cuidar nuestra alimentación nos va a permitir sobrellevar mejor este cambio brusco , especialmente los primeros días. Intenta beber mucha agua y practicar ejercicio físico cada día o al menos 3 veces por semana durante un mínimo de 30 minutos.

b)Sé previsor(a): Cuando falten cuatro días para el cambio de hora, trata de levantarte cada día 15 minutos antes, de forma que cuando llegue el cambio definitivo tu organismo se haya acostumbrado a levantarte antes y el hacerlo no le afecte tanto.

c) Adelanta o atrasa tus comidas: Cuatro días antes trata variar el horario de tus comidas, cinco o diez minutos.

d) Tomar baños de luz solar: Durante una o dos horas en los días posteriores al cambio de horario este consejo podría ayudarte a sincronizar los ritmos desestabilizados.

Aprovecha el tiempo y empieza a prepararte para el cambio horario que llegará en unas semanas. Tendremos más horas de sol, más tiempo para practicar deporte, para tener planes con amigos y familia y más ganas de estar por la calle... En definitiva, más vida.