Josep María Chéliz es un aragonés de Naval que a sus 74 años ha corrido 57 maratones, entre ellas las de Nueva York, Madrid, Valencia y las 35 ediciones de la Zurich Maratón de Barcelona, lo que supuso que le dieran el año pasado el diploma al recorman de participación en la maratón de la Ciudad Condal.

Este aragonés comenzó a correr a los 11 años en Tarragona con sus amigos por la playa y su primera carrera, según él mimo cuenta, fue en mayo del 1979 sobre una distancia de 9 km (una 10K actual). En diciembre de ese mismo año, participó en una segunda carrera de 4 km (hoy una 5K) y junto con un amigo suyo se planteó correr la Maratón de Barcelona en marzo del año siguiente. Y, desde entonces, no ha faltado a ninguna carrera.

Una peculiar manera de entrenar

El propio Chéliz relata cómo fue su peculiar “preparación” para correr su primera maratón. El día de Navidad del 79 decidió correr la maratón del año siguiente y se planificó su preparación “a su manera”.

Como sólo faltaban 3 meses para la prueba, pensó en empezar por correr 3 km y acabó haciendo 9 y pensó: “si tengo las piernas fuertes, no deja de ser un salto de 9 a 42 km” y en el primer entreno ya hizo 15 km. Otro día, 25 km y ya afrontó el desafío.

Dos semanas después decidió correr 5 veces la diagonal, sumando un total de 32 km y se convenció que podría hacer la maratón. Y lo hizo...hasta en 35 ocasiones.

Según su teoría, la ciudad es el sitio ideal para entrenar y además se puede hacer en el día a día; sólo se necesitan dos paradas de metro y caminar deprisa. Así, la mitad de las veces llegas antes que el propio metro. Según el propio Chéliz: "se puede caminar muy rápido por la ciudad en tus desplazamientos y eso te mantiene con una predisposición para correr”.

La motivación de un runner

Desde luego, José Mª Chéliz no se planteó correr las 35 maratones, ¡pero sí 25! El propio runner dijo “Yo tenía ilusión en correr 25 maratones, pero una vez hice las 25, quise hacer 10 más”…hasta que el año pasado cumplió el sueño de correr en todas las ediciones.

Tiene tanto amor por este deporte que en 2008, corrió en Barcelona tan sólo ¡un mes después! de volver de Egipto, donde había disputado la Maratón de Luxor y con sólo dos entrenamientos. A punto estuvo de no terminar la carrera.

De hecho, acabó el último y con un tiempo de 6 horas (el máximo permitido por la organización) porque hizo los últimos 25 km a ritmo de marcha.

Hoy las cosas las ve de otro modo. “En la primera edición éramos unos 600, ¡y ahora participan 20.000!”, contaba Chéliz y asegura que con la edad que tiene debe controlar sus objetivos. Por ejemplo, ahora sólo piensa en acabarla.

Hoy además, incide en que hay que tener precaución. Por ejemplo, ya no haría una preparación tan sui generis como la primera vez y por eso asegura que para participar hay que tener las piernas preparadas y entrenadas, al igual que el sistema cardio-respiratorio.

José Mª Chéliz, el aragonés incansable que ama el running.