El running ha evolucionado con el paso de los años, pero con el auge de las redes sociales el cambio se está produciendo a pasos de “click” y es que ya son pocos los corredores que salen a entrenar sin la compañía de un dispositivo móvil.
Hasta que las redes sociales hicieran acto de presencia en el mundo del deporte, los runners se relacionaban fuera de internet compartiendo sentimientos, experiencias, consejos y motivaciones con los compañeros de entrenamiento a ritmo de zancadas. Ahora el campo de entrenamiento se ha trasladado al “social media”, compartiendo entrenamiento, rutas, marcas,objetivos y fotos.
El uso de las redes sociales está influyendo en los corredores tanto positiva como negativamente. Ya sea por buscar motivación, ánimo, compartir experiencias y afición o por cubrir una parte de exhibicionismo, lo cierto es que el postureo runner se ha convertido en un hábito. Se trata de celebrar tus entrenamientos subiendo una foto divertida a Instagram, publicando tu marca en el facebook, utilizando el hagstag #socialrunning en tuperfil twitter o usando las aplicaciones de running que nos permite compartir datos con los demás (RunKeeper, Endomondo, Runstactic…)
Participar de un entrenamiento o de una carrera tiene dos partes, el antes y el después. Con el preaviso de tu entrenamiento buscas esa fuente de motivación y compromiso que supone haberlo hecho público, y tras la carrera buscas ese reconocimiento por el esfuerzo realizado. En definitiva, esa palmadita en la espalda que recibes a través de un “me gusta” o un comentario.
Así, hay quién se aventura a clasificar a los diferentes perfiles de runners sociales en: el gurú runner, el estadístico, el agradecido,el adicto que necesita estar en todas las redes sociales, el egorunner,…
Las redes sociales como herramienta es positiva siempre que estén a nuestro servicio y no al contrario. Sacarles el máximo partido para lograr nuestros objetivos depende de cada corredor. Aunque lo cierto es que parece que correr sin contárselo a nadie no es lo mismo. Y es que adaptando un viejo refrán “no sólo hay que ser corredor, sino parecerlo”.
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