El deporte siempre ha sido un aventajado a la hora de implementar las novedades técnicas que ya se empiezan a dar se dan en otros campos. Una de las últimas incorporaciones han sido las zapatillas 3D y prácticamente ninguna marca se ha resistido a esta nueva tecnología que promete ser una revolución. Las firmas o bien ya han creado sus prototipos o están en fase de experimentación para hacerlo en un futuro cercano.
Pero, ¿qué son las zapatillas 3D? Una impresora 3D es una máquina capaz de hacer réplicas de diseños en tres dimensiones, creando piezas a partir de un diseño hecho por ordenador y las zapatillas no son una excepción.
Lo interesante de esta técnica es que se puede conseguir una personalización total de la zapatilla para un corredor y su tiempo de fabricación ronda las 10 horas. Si dejamos la impresora en marcha por la noche, al día siguiente cuando nos levantemos ya tendremos las zapatillas listas para correr. Es una revolución industrial y también deportiva. La impresión de la zapatilla se inicia con una suela media única que se diseña de forma personalizada para adaptarse tanto a la forma del pie del deportista como a sus necesidades de firmeza y amortiguación.
A pesar de todo, la impresión en 3D no es tan sencilla como parece. Estas zapatillas fabricadas en un material de nombre, poliuretano termoplástico modificado, un material que ha demostrado su alta resistencia al desgarro y a la abrasión, se enfrenta a un problema: la dureza de la suela intermedia. Para solucionar este pequeño percance se ha iniciado un proceso de investigación a fin de lograr la amortiguación perfecta.Desde diciembre de 2016 se pueden reservar zapatillas 3D de una conocida marca deportiva alemana por un precio que ronda los 300 euros pero sólo se pueden recoger en tres ciudades, Tokio, Nueva York y Londres.
Las marcas nos aseguran que el futuro del deporte y específicamente del running pasa por estas zapatillas que cada vez estarán más presentes en el sector.