Muchas son las personas que sufren alergias. Los hay incluso que este brote les afecta de forma muy severa, impidiéndoles incluso hacer las actividades que de forma frecuente realizan. 

Hay corredores que rompen con su rutina de entrenamiento ya que los estornudos, la garganta seca o los ojos llorosos se convierten en un verdadero impedimento.

Uno de los principales consejos que debe tener en cuenta el corredor que sufre alergias es evitar las zonas con árboles y vegetación, como puede ser el caso de los parques. En su lugar conviene que planee rutas alternativas por espacios urbanos que aunque no sean tan atractivos como las zonas de parque en esta época son más aconsejables.

También es importante cambiar los horarios de entrenamiento, es decir, es preferible salir a correr, por ejemplo, en horas en las que el nivel de polen en el medio ambiente sea muy bajo. En este sentido, hay que tener en cuenta que la mayor concentración de polen se presenta al amanecer y al atardecer.

En lo que se refiere al tiempo, no es aconsejable correr cuando haga mucho viento, ya que esto significa que el polen estará esparcido y en consecuencia será mucho más fácil que las vías respiratorias del corredor se vean afectadas. Por el contrario, aquellas horas posteriores a tormentas o lluvias son ideales para correr con alergia ya que, con el agua, el polen desaparece.

En el caso de que el runner además necesite inhalador es importante que lo utilice 15 minutos antes de comenzar con el recorrido y debe llevarlo consigo durante todo el entrenamiento.

Además de lo mencionado, el corredor con alergia también debe llevar gafas de sol o incluso mascarillas protectoras para deportistas, ideales para evitar respirar el polen.

Aunque se trate de una molestia que puede afectar de forma muy fuerte en el corredor existen una serie de soluciones que pueden reducir los efectos y le permiten seguir con una vida normal.