Cuando alguien se plantea correr un maratón (y más si es uno como Nueva York o Berlín o Londres…) siempre debería seguir una serie de “protocolos”, entre los que uno de los básicos y fundamentales es tener un entrenador personal. Éste te ayudará en el apartado deportivo, alimenticio, de salud y motivador y hay miles de artículos, post, etc. que te hablan de ello y te ayudan a elegir.
Esto está muy bien, pero ¿alguien se ha preguntado cómo se siente el que te entrena? ¿Qué piensa de ese proceso? ¿Cómo se ve el maratón desde los ojos del que lo prepara y no del que lo corre?
Quisimos saber qué experiencia había tenido nuestro entrenador Víctor Gadea después de entrenar a nuestros runners.
“Cuando te llama un deportista y te plantea un objetivo, lo primero siempre es conocer hasta dónde puede llegar y de lo que es capaz de hacer; sin embargo, esta vez ha sido diferente: primero se ha elegido el objetivo y después se eligieron los Runners, comentó Víctor.
El programa de Iberdrola Green Runners partía de una idea fundamental, la importancia del programa es que sus miembros compartieran una serie de valores; uno de ellos, el espíritu de superación. “Me he encontrado a gente con rutina deportiva, gente con experiencia runner, y otros muchos que no habían corrido nunca –continuó exponiendo, Gadea -Era difícil, pero teníamos que ir cruzando metas, saltar limites, e incluso hasta correr horas que nunca se habían planteado en sus rutinas”.
Además, nuestro entrenador tenía otro reto: había que seleccionar a los mejores, que en nuestro caso no eran los que mejor marca tuvieran, sino aquellos que cumplían con los requisitos del programa.“A un mes de la salida del maratón de New York me tocó valorar y seleccionar a los elegidos y me lo pusieron muy difícil, ya que me di cuenta que todos habían cumplido”, nos comentó con orgullo el entrenador.
Ya quedaba sólo un último empujón para llegar bien a NY.
Teníamos los runners y una infraestructura para que no fallara nada.
Víctor Gadea sabía lo importante de visualizar la carrera para que los corredores se dieran cuenta de que era para lo que se habían preparado tanto. Por eso, para él era tan importante “visualizar la carrera antes de correr, unas palabras de apoyo y valorar todo el camino recorrido para saber que hablamos hecho lo correcto y que por eso estábamos allí”
“El más nervioso sin duda era yo, -se sinceraba nuestro trainer- En mi recaía el trabajo de todo un año. El maratón es una prueba de un año de preparación, y estaban todos expectantes para saber si superaban el reto o no”.
Y llegó el gran día. Víctor se sentía un runner más: “Justo antes de salir, notas que estás en tu salsa, cómodo, con tus runners, cada uno con una historia diferente pero todos con un fin de pasar de cruzar el arco de meta. Salimos todos juntos, se nos diferenciaba porque llevábamos la mejor sonrisa entrenada para éste día”.
El propio entrenador hizo casi de aguador, yendo con ellos, subiendo y bajando para no perder a nadie…y tras más de 4 horas todos cumplieron su objetivo: terminar el maratón de Nueva York, ser finishers.
Y el más feliz, evidentemente fue su entrenador, quien nos lo narraba así: “Hubo momentos de alegría, de tristeza y de dolor. Sufrimos, pasamos frío, pero al superar el km 40 visualizamos meta…empezaba el maratón y estaba a punto de cumplirse un sueño”.
Es un maratón especial, donde la gente te hace sentir protagonista en cada km, y eso el runner lo nota. Víctor sacar el Trainer que lleva dentro, para explicarnos que “íbamos a pasar por meta, cada uno con su tiempo estimado y disfrutando de lo hecho”, pero no pudo más que emocionarse al terminar diciendo que “para mí ha sido uno de los días más importantes como preparador físico, porque he logrado pasar por el arco de meta del maratón más famoso del mundo, y lo hice acompañado de mis 20 runners".
¿Qué más puede pedir un entrenador?