La maratón de Londres es un privilegio que corren unos pocos afortunados cada año en el mes de abril. La capital británica se transforma en una fiesta del deporte que congrega a más de 40.000 runners con ganas de superarse.
Fueron John Disley junto al ya fallecido Chris Brasher los principales impulsores de esta maratón. Cansados de que varios miembros de su club de corredores hablarán maravillas de la maratón de Nueva York, en 1979 se plantaron en la gran manzana para quedar entusiasmados por el espectáculo. Se sorprendieron de lo diferente que era a los maratones del Reino Unido, donde un puñado de espectadores y unas pocas vacas acompañaban a los competidores por caminos rurales y decidieron replicar el modelo.
En 1981 estos dos valientes pusieron en marcha la primera maratón de Londres que actualmente se conoce como Virgin Money London Marathon y es una de las seis carreras más importantes del mundo del running.
42.195 km de un recorrido por la historia
Esta es la ciudad donde nació la mítica distancia de 42.195 km de maratón. Fue en los Juegos Olímpicos de 1908 y la razón, que la reina Alejandra (esposa de Eduardo VII) quería ver desde palacio a los atletas así que se alargó unos cuantos metros la carrera para complacer a su majestad.
Esa huella de la monarquía que impregna cada rincón de la capital británica también se deja ver en el recorrido de la maratón. Los primeros compases se centran en un enclave industrial residencial pero en pocos minutos entramos en el Londres más turístico;el sector conocido como Cutty Sark donde se atraviesa el meridiano de Greenwich, los muelles de Surrey Docks y el Tower Bridge.
Cuando cogemos la margen del Támesis ya estamos aproximadamente por el km 32. Vemos la Torre de Londres y en pocos metros el paisaje ya se vuelve del todo reconocible, el Big Ben, el edificio del Parlamento, Westminster y desde los jardines de St. James en dirección al Palacio de Buckingham, ubicado a 400 m antes del kilómetro 42.
Un maratón de records
El año 2002, el estadounidense de origen marroquí Khannouchi, estableció en Londres el mejor tiempo en la historia de las maratones mundiales hasta esa fecha con un registro de dos horas, cinco minutos y 38 segundos.
Otro de los atletas que se ha hecho un nombre en Londres es el portugués Antonio Pinto, ganador en tres ocasiones (1992, 1997 y 2000), al igual que el mexicano Dionisio Cerón que también logró tres triunfos pero con el valor agregado de haberlos obtenido de manera consecutiva desde 1994 hasta 1996.
Entre las atletas femeninas destaca la noruega Ingrid Kristiansen que se alzó vencedora en cuatro ocasiones 1984, 1985, 1987 y 1988. Sin embargo, una de las marcas más impresionantes es la establecida por la debutante en el año 2002 Paula Radcliffe, con dos horas, 18 minutos y 56 segundos.