La excusa más frecuentemente utilizada por los runners, en algunos casos justificada, pero no en todos, es “no tengo tiempo para salir a correr”. Y es que encontrar un hueco para entrenar resulta en muchos casos una misión imposible.
Una de las soluciones más habituales entre los corredores más motivados es la de correr a primera hora de la mañana, nada más levantarse, aunque ello implica madrugar, y, por tanto, renunciar a un par de horas de sueño. En muchos casos superar la pereza suele ser una tarea difícil. A continuación te mostramos algunos trucos que te ayudarán a comenzar la dinámica de entrenar de buena mañana y comenzar el día con energía.
En primer lugar, es importante que antes de acostarte tengas la ropa y el material que vayas a utilizar preparado, así no perderás tiempo por la mañana, lo que te permitirá apurar al máximo el tiempo de descanso. Junto con la vestimenta y el material que necesites para entrenarte puedes incluso dejar preparado parte del desayuno que vayas a tomar, lo que, de nuevo, te permitirá ahorrar tiempo por la mañana.
En lo que se refiere al desayuno, del mismo modo, es recomendable tomar bebidas y alimentos que sean fáciles de digerir y que te aporten energía rápida. Quizás la mejor opción para activarnos es la fruta, al ser una alternativa cómoda, rápida y fácil de consumir. Es importante no sortear el desayuno ya que aunque te puede hacer ganar tiempo no es recomendable, ya que el cuerpo necesita glucógeno para rendir.
Se recomienda calentar debidamente antes de iniciar un entrenamiento. Si consideras que no puedes dedicar tiempo es aconsejable hacer ejercicios de exigencia limitada, de no ser así puedes provocarte una lesión de consideración.
Dejar las sesiones enfocadas a la resistencia y a la velocidad para los días que tengas más tiempo.