Correr para atrás poco a poco se convierte en una tendencia (aunque evidentemente no es aún algo muy popular), que se ha puesto de moda desde que hace unos meses saltara a la luz pública la historia de Laura Cattivera, una estadounidense que, por una enfermedad (distonia focal, que afecta a un músculo o grupo de músculos que causan espasmos involuntarios y posturas anormales en el cuerpo y se caracteriza por la pérdida del control motriz de una parte del cuerpo en particular) no puede correr normalmente hacia adelante, y decidió, para no dejar el running, correr hacia atrás.

Pero si bien en ese caso es por “necesidad fisiológica”, muchos runners han decidido correr sencillamente por técnica, novedad y, por qué no, por esnobismo. Se trata de los llamados backward running o reverse running que forman parte del “retro running”, una modalidad que poco a poco suma adeptos.

Sin embargo, el caso de Laura no es el inicio de esta “forma de correr”. A diferencia del barefoot running (correr descalzo), que creció a raíz del libro Nacidos para correr, de Christopher McDougall, el retro running no parece tener un origen claro ni se sabe bien cómo se popularizó en distintos países, aunque se habla de que nació hace miles de año en China

Lo cierto es que en Inglaterra hay un campeonato anual de la modalidad, en Japón también existen muchos retrorunners, en Italiay en EE.UU. llegaron a multar a Alex Mesa, por correr para atrás en la vía pública (aunque luego fue absuelto, pero obligado a correr en vías no públicas)

El retro running tiene entre sus beneficios el fortalecimiento de los músculos posteriores y ligamentos (lo que beneficia también al corredor tradicional), el balance corporal, y la protección de las articulaciones. Y se asegura que se queman tres veces más calorías que corriendo hacia adelante.

Se recomienda, como en el running: progresividad y constancia; es decir, comenzar caminando, luego trotando suave, y al final agregar velocidad y distancias.

El próximo mundial será en Italia los días 1 al 3 de agosto y habrá varias distancias, desde los 100 metros llanos hasta los 10.000 metros. El maratón de retro running también existe (aunque no se corre en el mundial) y el récord del mundo es del alemán Achim Aretz, quien completó los 42.195 metros en 3 horas 42 minutos 41 segundos, en el año 2010.